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Muchas veces tenemos la sensación de que nuestros hijos tienen las "piernas torcidas". Esto es una anomalía anatómica que se conoce como genu varo o genu valgo. Según hacia donde se dirijan las rodillas, se llama de una manera u otra.
En el siguiente artículo, vamos a especificar y aclarar estos conceptos.
Hablamos de genu varo a la forma fisiológica que presentan las piernas al nacer, con convexidad hacia afuera (como si montaras a caballo)
Se sucede debido a la posición intrauterina que tienen los bebés durante los 9 meses de gestación. El bebé va creciendo dentro del útero, ocupando cada vez más espacio, por lo que se va a ir replegando sobre sí mismo. Las tibias se han moldeado en este proceso y presentan una orientación más curvada hacia fuera.
Se corrige de manera espontánea cuando el bebé comienza a caminar, de los 14 a los 18 meses. En la mayoría de los niños, desaparece a los 2 años de edad.
Si la distancia entre ambas rodillas con los pies juntos es mayor de 6 cm, debería de acudir al pediatra y comentárselo.
El pediatra valorará la angulación de las tibias, derivando al pequeño, en caso de ser necesario, al traumatólogo ortopeda. Estos son los que determinan si el origen es de causa postural o patológica, y si es necesario el uso o no de ortesis ortopédicas.
Forma de las piernas en X, las rodillas se tocan entre sí al estar de pie en carga y los pies están separado.
A partir de los 3 años de edad, hay un cambio en la alineación de los miembros inferiores debido al crecimiento, y aquí es cuando las piernas empiezan a inclinarse hacia dentro, produciéndose un genu valgo.
Hasta los 7 años de edad esta posición es normal, volviéndose a producir un cambio en los miembros inferiores que ya dará la alineación definitiva en la piernas.
En esta fase en que los niños corren, saltan, y no paran quietos ni un momento, una parte muy importante es vigilar la postura del pequeño. Sobre todo que a la hora de sentarse evite hacerlo sobre sus rodillas y con los talones hacia fuera para evitar forzar más el genu valgo. Favorecer la postura de "sentados como los indios" nos ayuda a corregir esta tendencia.
También, cuando ya tenemos el diagnóstico de genu valgo podemos trabajar el modelaje de la tibia de nuestro bebé en casa. Esta técnica, entre otras muchas recomendaciones, consejos y pautas a seguir, se enseña en nuestra consulta de Innofisio a los padres para trabajar y potenciar en pro de la mejoría y resolución de dicha afectación.
La postura corporal, ya sea de las rodillas o del resto de articulaciones, va a depender de varios factores. Entre los más importantes podemos destacar la genética. Es muy común ver a niños y padres con posturas absolutamente calcadas.
Pero el desarrollo y la actividad física puede también tener mucho que ver en la postura. Por ejemplo es muy común ver a niños que practican fútbol con tendencia al genu varo de las rodillas cuando son adolescentes. Otras actividades como el ballet o la gimnasia deportiva pueden favorecer otras alineaciones de los miembros inferiores.
En este artículo te respondemos a "MI BEBÉ TIENE LAS PIERNAS ARQUEDAS O TORCIDAS"